10 de enero de 2011

Año nuevo Locura Nueva


Fin de año, una fecha en la que todos podemos llegar a perder los papeles, tratamos por todos nuestros medios de olvidar el pasado y visualizar un mejor presente, y la mejor manera de recibir ese nuevo futuro es cometiendo las locuras más grandes.

Hace un tiempo había pasado por unas cuantas relaciones con chicos, pero todos ellos dentro del propio círculo de amistades (como bien saben chicas esto complica bastante las situaciones, salir con tus amigos y con tus ex a la vez es algo complicado), estaba algo cansada de conocer a mis parejas del mismo modo, prácticamente todas conocidos cercanos y prácticamente amigos que un día u otro terminaban siendo algo más que amigos. Así que decidí comenzar una nueva faceta conocer chicos que estuvieran totalmente al margen de mi grupo de amistades. Así comencé a meterme en chats, tras varias conversaciones y verme avasallada por una multitud de mensajes cada vez que entraba en esos chats, y tras seleccionar a los que más creía que se acercaran a mi tipo. Solamente me quede con dos chicos en mi Messenger (obviamente ficticio), estuve hablando con ellos un par de semanas, ambos me caían bastante bien, a los tres días ya había entrado en suficiente confianza para mostrarles fotos y a las dos semanas ya estábamos poniendo la Cam hablando por micrófono. Ambos me gustaban eran muy simpáticos y tenían algo que me atraía. Estos querían conocerme en persona, eran de ciudades cercanas a donde yo vivía.

Pronto comenzaron las dudas, quería conocer a los dos, llego la mañana de un 30 de diciembre y estuve hablando con los dos, ambos me hacían reír y ambos me propusieron de pasar el fin de año con ellos (por separado, ninguno de los dos se conocía), a ambos le dije que tenía algunos planes así que tendría que ser para más adelante. Por la tarde había quedado a comer con unas amigas con las que más contacto tenia, en medio de la comida comenzamos a hablar de que podíamos hacer para celebrar el fin de año, pero todas ellas tenían ya algunos planes así que no quedamos en nada. Ya me encontraba algo desesperada ya que no quería quedarme sin plan alguno, llame a otra amiga y me dijo que iba a dar una fiesta de fin de año en una casa rural, me nombro alguna gente que iba a ir y me dijo que le cabían cinco personas más, de las personas que me nombro no conocía a nadie así que me dijo que si quería llevara a alguien que conociera para acompañarme. Luego en la tarde conectada nuevamente en mi casa estuve hablando con los dos chicos y ambos seguían insistiéndome de hacer algo, y me dijeron que no tenía planes, por un arrebato les dije a ambos que ya iba a ir a una fiesta de fin de año con un amigo, pero los dos seguían con sus insistencias por lo cual termine diciéndoles que podíamos ir juntos los tres, es decir, a ambos les dije q iba con un amigo mas.

Terminamos acudiendo a la fiesta juntos, uno de ellos vivía prácticamente en mi misma ciudad así que le dije que él me pasara recogiendo al día siguiente y con el otro chico quedamos en un punto intermedio.

El primer chico se llamaba Raúl y era muy guapo estaba bastante marcado, era moreno y de ojos color miel, medía un metro ochenta aproximadamente. El segundo se llamaba Simón y tenia ojos claros pelo moreno rapado y estaba también algo marcado pero mucho menos que Raúl. Para solucionar el entuerto de que ambos les conocí por internet, les dije a cada uno que no quería que mi amigo supiera que nos habíamos conocido por internet, así que me invente una manera en la que cada uno nos habíamos conocido a modo de excusa.

Finalmente llegamos a la fiesta, dejamos las cosas y solo quedaba una habitación disponible ya que lo de ir había sido a última hora le pagamos a mi amiga por la fiesta, y le dije que muchas gracias por aceptarme a última hora, al llegar a la habitación me di cuenta que se trataba de dos camas una matrimonial y una individual, le dije a mi amiga que ninguno de ellos era mi novio ni nada por el estilo que si podía ir a otra, pero no hubo forma ya que al llegar a última hora ya estaba prácticamente todo distribuido, al final deje de darle importancia eran solo dos noches la que pasaríamos allí. El ambiente con mis dos amigos internautas estaba bastante relajado, parecían congeniar bastante bien, y me sentía muy cómoda con su compañía. Había llegado la hora de comenzar a prepararme, el beneficio de la habitación es que era la única exceptuando la principal que tenia baño aparte, así que no tendríamos que compartirlo, comenzamos a prepararnos y parecíamos tres amigos que nos conociéramos de toda la vida sin ningún tapujo ambos comenzaron a cambiarse pude verles en calzoncillo y ninguno parecía nerviosos, yo de todas maneras si fui al cuarto de baño a cambiarme, nada más entrar pegue un grito de alegría el baño tenía una bañera y en ella al menos cabían tres personas, comenzamos a prepararnos y resultaba bastante cómodo estar con los dos, parecía que nos conociéramos de muchísimo tiempo.

Una vez preparados comenzamos a beber comer y disfrutar de la fiesta, prácticamente todo el tiempo estuvimos juntos bailando y riéndonos, justo en el momento de las campanadas Raúl se acerco y me dio un beso al cual respondí como acto reflejo, justo al terminar de besarnos Simón se acerco a nosotros diciendo entre las campanadas y el ruido:

-Yo también quiero uno
- ¿Un qué?
-Un beso
-Raúl bésalo- A lo que Raúl respondió con una carcajada mientras se metía una uva en la boca
-Venga un beso de nada para comenzar el año con buen pie- así que me acerque y le di un pico en la boca
-¡VENGA! Eso no es un beso- Me rodeo la cintura con sus brazos y me atrajo a él, me dio un beso que me erizo la piel y me excito un montón.

Al separarnos la cara de Raúl era inesperada, la noche continuo como si nada seguíamos bailando pero cada vez mas pegado, cada vez ellos se acercaban mas a mí y me acariciaban y nos rosábamos. Ya siendo como las 4 de la madrugada me dolían un montón los pies así que le dije a los chicos que iba a la habitación, trataron de disuadirme para que me quedara un poco mas pero no aguantaba los pies, los tacones eran más altos que los que solía usar habitualmente y habíamos comenzado la fiesta desde muy temprano.

Ya en la habitación me senté en la cama y me quite los tacones, sentía un gran alivio en mis pies, como si en ese preciso momento estuvieran volando, comencé a quitarme el vestido y en ese preciso momento entro Raúl a la habitación, pegue un brinco porque estaba ya casi en ropa interior y comenzamos a reírnos, caí en la cama porque no podía ni sostenerme en pie y él se cayó justo a mi lado también riendo, paramos de reír y al darme la vuelta quede justo en frente de él, nuestras miradas se cruzaron y volvió a besarme pero mucho más apasionado que antes, comencé a quitarme el vestido y el ayudarme, una vez despojada de él y en ropa interior le quite la camisa y el desabrocho, mientras besaba mi cuerpo y muy sutilmente, mi sujetador. De pronto la puerta se abrió y Simón entro se quedo unos minutos con los pies clavados al suelo y los ojos fijos en mis pechos, los tres nos quedamos sin palabras durante unos minutos, de pronto Raúl rompió el hielo, siguió besando mi cuerpo e intentarnos desnudarme, yo miraba fijamente a Simón y el continuaba con sus ojos fijos en mi en mi cuerpo en las manos de Raúl desnudándome.

Raúl continuaba con su labor y se la tomaba muy en serio termino de quitarme las medias y las bragas y estaba allí completamente desnuda, comenzó a tocar mi clítoris y comencé a jadear un poco, mi mirada continuaba fija en Simón, este reacciono y se sentó en la cama contigua a la de matrimonio, sin dejar de mirarnos comenzó a quitarse la ropa y quedarse en calzoncillos, de los cuales se podía notar lo excitado que estaba.

Mientras tanto Raúl subió besándome hasta el cuello y mientras yo le quitaba los pantalones y notaba también el tamaño de su excitación, ya ambos estábamos desnudos y jugábamos con nuestros cuerpos calientes mientras Simón nos miraba muy detalladamente, hasta que finalmente termino por unirse a nosotros.

La mañana siguiente me desperté antes que ellos, me duche me vestí y aun sin saber que pensar sobre lo que había ocurrido, conseguí que alguien me alcanzara cerca de mi casa, desde ese día no he vuelto a hablar con ninguno de los dos. Pero fue una noche excitante e interesante, una experiencia única, aunque creo que pensando luego fríamente no la hubiera cometido, y no lo volvería a realizar pero a pesar de ello no me arrepiento de haber hecho nada de lo que hice.

A veces nuestros deseos se vuelven realidad, nuestras fantasías llegan, y cuando ocurren no sabes bien como te sientan, a pesar de ir contra principios inculcados, y de aun pensar que es una locura, el sexo nos puede proporcionar tanto placer y hacer que olvidemos de todo. Al final las locuras resultan ser las cosas más divertidas que tiene la vida, y las experiencias nuevas te hacen disfrutar. Pero este es un secreto que espero que ustedes sepan guardarme bastante bien ;)

Besos,

CB Girl

18 de agosto de 2010

El sexo ¿idioma universal?


Lamento el abandono a este sitio, pero he aprovechado para cogerme unas vacaciones, las mujeres también necesitamos un buen descanso, además que esto nos sirve para conocer lugares nuevos, y ¿Por qué no? También nuevas experiencias.
Lo bueno de tomar unas buenas vacaciones y trasladarte a otro país, es conocer su cultura, y la cultura que tienen los hombres de ese país determinado. Tener a la vista hombres completamente diferentes a los que sueles ver en tu propio país de residencia, y tener el placer de disfrutar de un nuevo… idioma.
Existe un idioma universal, y no se trata precisamente del ingles, es el idioma del Sexo, un idioma que todo el mundo sabe hablar y casi todos saben interpretar perfectamente. Lo bueno de viajar es poder dar con personas que sepan dialogar este idioma sin tener que usar otro.
Una de las experiencias que he vivido ha sido esa, tener sexo sin idiomas. Una de las cosas que me he podido dar cuenta es que, nos puede costar mucho expresarnos, saber usar las palabras adecuadas para determinadas situaciones, pero en lo que respecta al sexo, aun sin poder comunicarnos por usar un código diferente en los mensajes, en el sexo nos podemos comunicar sin ningún problema, en ese caso los problemas de expresión son mínimos.
Les contare mi experiencia, simplemente en un país donde no hablaban mi mismo idioma, estaba alojada en un hotel, solía entrar a la habitación muy pocas veces solamente para dormir (y muy poco) pero durante una ocasión me tropecé con un hombre; alto aproximadamente de 1,90 de cabello castaño oscuro, piel blanca pero bronceada, cuerpo muy bien formado, ojos color miel con un mirada muy intensa, con una edad aproximada entre unos 25 años.
Subimos en el ascensor juntos, no había nadie más, yo llevaba un vestido corto y lucia mis piernas también recientemente bronceadas, unos tacones altos y aun así solo le llegaba a la altura de sus pectorales bien formados, el no paro de mirarme las piernas a través de los cristales del ascensor, resulto que los dos pisamos el mismo piso y al salir pensaba que me estaba persiguiendo, y lo que ocurría es que él se dirigía a su habitación, que en realidad era exactamente la contigua. Esta tarde decidí quedarme en la habitación, y coger el sol en la terraza, que estaba justo al lado de la suya, y desde donde podía ver perfectamente parte de su habitación, estuve observando largo rato para asegurarme si había ido acompañado o solo. Durante toda esa tarde solo salió una vez a la terraza a fumarse un cigarrillo, no salió mas nadie sino el, por lo que deduje que podía estar solo (no sé si soltero pero si solo), al día siguiente decidí que no podía quedarme encerrada en una terraza simplemente esperando ver a un hombre, por muy guapo que fuera. Salí a dar un paseo, no sin antes hablar con la chica de la recepción, con la cual ya había estado hablando días anteriores y resultaba ser muy simpática. En medio de la conversación exprese mi curiosidad por mi adorable vecino de habitación, ella no pudo darme datos exactos pero me dijo que tenía 30 años de edad (por lo que es un hombre que se conservaba muy bien), me dijo que hablaba inglés y creía q era americano y que si había venido solo, porque en la habitación solo estaba registrado el.
Dos días más tarde volví a cruzarme con él esta vez, yo estaba en biquini encima solamente tenía una falda playera puesta pero muy transparente, en la parte de arriba solo el bikini, ya que venía de la piscina; el levaba una camiseta de asillas y unos pantalones cortos junto con cholas. Su miraba no paraba de desviarse de mi pecho. Justo antes de salir yo intente salir primero pero el bloqueo la entrada. Solo le mire a los ojos, y el acaricio mi brazo. Se dio media vuelta y entro en su habitación dejándola abierta, yo me quede de pie pasmada en el ascensor, el mientras tanto se quito dándome la espalda la camisa y sus pantalones, quedándose en bóxers, luego se quito también los bóxers luciendo así su escultural cuerpo, dándose la vuelta y cerrando la puerta, no sin antes mirarme de arriba para abajo.
Estuve de pie en el ascensor varios minutos más hasta que reaccione y entre a mi habitación. Salí a la terraza y me recosté en la tumbona, tratando de asimilar lo que acababa de ocurrir. Al rato y después de escuchar la ducha de al lado ponerse en funcionamiento y volver a apagarse, el salió sin camisa solo con una toalla que le cubría, y se fumo otro cigarrillo en la terraza, pero esta vez justo frente a mí, mirándome directamente y sin apartar la vista. Salí de la terraza, y decidí darme una ducha fría, iba a necesitarla después de lo que había ocurrido recientemente. Me desnude y entre a la ducha, obviamente la ducha estaba tardando más de lo que suele tardar una normal, pero fue interrumpida por un ruido, alguien tocaba la puerta, seguramente la de la limpieza pidiendo permiso para entrar. Salí de la ducha y me puse encima la toalla, abrí la puerta y mis ojos no podían creer lo que estaba viendo, delante estaba el, con tan solo unos pantalones cortos, sin camisa y solo unas cholas, me miro con la toalla puesta aun mojada de la ducha, y sus manos me sujetaron por la cintura y me llevaron a él, me comenzó a besar, acto seguido cerró la puerta y me quito la toalla. Fueron dos días de sexo, sin salir de la habitación, comencé a pensar que era adicto al sexo, pero eso me gustaba, no nos dirigíamos ninguna palabra, solo nos tocábamos y disfrutábamos del idioma universal, el sexo.

7 de julio de 2010

Experiencia



Tener o no tener experiencia he ahí el dilema…. ¿Cuándo podemos considerarnos con suficiente experiencia sexual? ¿Existe el límite de experiencia? Creo que en lo que considera al sexo nunca “mucho” es suficiente, siempre va a surgir algo nuevo, algo que te sobre pase, algo que jamás te habías planteado en hacer o practicar, algo que terminas por probar y te acaba gustando o no gustando. Hace algunos años para mí era impensable comer hígado era algo que me resultaba repugnante, a la vista y al olfato era una comida que jamás pensaba en probar (suelo comer prácticamente de todo), pero resulta que un buen día en una comida en la que había sido invitada, el plato principal que me sirvieron era hígado, por no hacer ascos a quien me invito y no quedar mal, termine probándolo, resulto que al entrar en mi paladar ese sabor nuevo, era extraño pero exquisito, me encanto saborearlo, el primer bocado fue algo diferente para mí; también me ocurrió con la mortadela, de pequeña una vez me comí un bocadillo de mortadela y resulto caerme mal, estuve vomitando todo ese día y jamás volví a comer mortadela hasta cumplido los diecinueve, que también por no hacer ascos en casa de un novio me prepararon un bocadillo de mortadela, y termine comiéndomelo, desde ese día volví a poder comérmela sin hacer ascos. Si nuestros gustos culinarios pueden variar, ¿nuestros gustos sexuales también? ¿Si hoy me excitaba que me besaran en un sitio mañana puedo terminar por aborrecerlo? Creo que sí, me he podido dar cuenta que mis gustos culinarios y sexuales han cambiado durante el tiempo, no de forma radical obviamente sino en pequeños detalles, o también en experiencias nuevas, pero creo que esto es lo que hace imposible llegar a un límite de experiencia sexual, por esto nunca tenemos la suficiente experiencia, ya que si nuestros gustos cambian los de los demás también pueden variar, ¿Alguna vez conoces del todo a una persona? Nunca os ha dado la impresión de que hacen algo, y luego de hacerlo piensan “no me reconozco, ¿Esta soy yo?” Si nosotros mismos no nos conocemos a fondo, es imposible que los demás si nos conozcan, todo el mundo te acaba dando sorpresas incluso aquel amigo o amiga que creías tan monótono, aquel que siempre actuaba de la misma manera, resulta que un buen día cambia totalmente, ya no es el mismo. Cuántas sorpresas nos depara la vida y cuantas sorpresas nos depara el sexo. Ya que toco el tema de la experiencia también me planteo las siguientes cuestiones si un hombre tiene mucha experiencia sexual genial, ahora ¿qué pasa cuando una mujer tiene mucha experiencia sexual? Lamentablemente y aun estando en el siglo en el que estamos esto no ha variado mucho en cuanto al pasado, incluso conozco hombres que si tienes mucha experiencia (sobre todo más que ellos) se terminan asustando. ¿Un hombre no puede disfrutar de la experiencia de una mujer y aprender de ella? ¿Nos tienen tanto miedo que si tenemos más experiencia terminan por huir y jamás llamar? ¿Tenemos que fingir ser menos que ellos para que se encuentren a gusto con nosotras y con ellos mismos?

2 de julio de 2010

¿Sexo o Amor?


Los anteriores post han sido un abre bocas ante lo que quiero ir narrando aquí, básicamente no quería entrar de lleno al tema del sexo, soy una mujer y me encanta como a todos los que puedan estar leyendo esto en estos momentos y los que no también.

Puedo decir que he tenido unas cuantas relaciones sexuales, tantas que no podría ponerme a contar y recordar todas una a una. El sexo para mí y para todos (en mi opinión es esencial para todos), sino se demuestra el hecho de que en toda reunión siempre acaba saliendo el sexo como tema, todos les damos demasiada importancia y es porque la tiene.

Hace un tiempo tuve una pareja la cual estaba relativamente obsesionado con el sexo, para él la base de la relación estaba en su pene, y mi vagina simplemente era quien complementaba esa relación. Tenía tanto sexo que acabe teniendo otras necesidades que creí que no tenia, como; querer ir a bailar, ver una película (completa) con mi pareja, tomarme una copa y hablar, disfrutar de la compañía o del silencio, pero esto era algo que no podía hacer con él.

Más de una vez lo intente pero siempre terminábamos en la cama, y yo era tan tonta que no caía, básicamente porque me gustaba tanto o igual que a él, pero no estaba tan cegada y sabia que una relación de pareja no era un 100% el sexo, sabía que existía otra parte un 15% que es lo anteriormente nombrado, el cariño también se tiene que tomar en cuenta. Me encanta el sexo y disfruto de él, pero soy una mujer y no quiero que un hombre solo me vea como la tia con la que se acuesta, o la que quiere que se la chupe después de comer o que simplemente la invite a su casa para tener sexo.

Obviamente termine cansándome de la situación y terminando con el (no antes de echar un polvo de despedida por supuesto…).

Luego de él y entre otras parejas con las que estuve, tuve una relación con un tío, la persona más amable comprensiva, me adoraba, me trataba como una reina, no solo mantenía el 15% de la relación a flote sino que además añadía un 5% más. Se excedía y a mí me encantaba. Luego en la cama era otro tema, tenia orgasmos con el sí pero algunos tenía que fingir (como todas hemos hecho en algún momento), luego era tan cariñoso en la cama que echaba de menos un sexo duro y apasionado (¿soy culpable por esto?)… un día fuimos a cenar y me encontré con esa anterior pareja que mencione. El simplemente se acerco y me saludo, yo me hice a la loca y le dije a mi pareja en ese momento que solo se trataba de un viejo amigo. A los dos días, tenía una llamada perdida de mi ex pareja, me decía que le había encantado verme, y que tenía un montón de ganas de tomar un trago conmigo (siempre que me decía eso se trataba de echar un polvo en algún baño de algún bar…), una parte de mi deseaba hablarle y otra estaba tan a gusto con mi pareja que me decía que no, lamentablemente esa parte era tan solo era un 80% incluyendo el sexo de la relación y los mimos… decidí quedar con él para hablar como dos amigos, pero cambie y en vez de una copa le dije de ir a cenar.

La cena iba genial, habíamos hablado como nunca antes, incluso me parecía más mono que antes, me despedí de el temiendo en gran parte llegar a estar en algún momento a solas con el (porque sabía que algo terminaría ocurriendo), le dije que cogería un taxi pero insistió demasiado en llevarme a casa, termine aceptando. Al llegar al coche me puse el cinto y el me miro unos cuantos segundos (llevaba un vestido de falda corto con un escote provocativo pero no muy grande, algo sencillo), me dijo “estas mas encantadora que antes… tienes un aire diferente” le conteste que obviamente era el escote y todo el tiempo que tenia sin verme lo que hacía que me viera así, pero que seguía siendo esa “mojigata” de antes (llego a llamarme así justo cuando le exprese como me sentía en la relación… y fue por lo que conseguí terminar con el)… simplemente sonrió y se me acerco mucho mas sentía su respiración, y me excitaba mucho, para terminar besándome, quitándome el cinto moviendo los asientos y montándome encima suyo a lo salvaje, todo paso al momento… tuve cinco orgasmos en 20 minutos…

Al día siguiente me sentía fatal, había hecho algo que jamás me perdonaría, me sentía la mujer más baja del mundo, tenía un hombre que me quería y me adoraba, pero nada era suficiente para mi… ¿Acaso las mujeres no nos conformamos con nada?

¿Se trata de Sexo o de amor? ¿Qué es lo que en realidad queremos?...

No lo sé, pero si se que tenía que ser sincera con él, esa misma mañana le llame para quedar, fui a su casa y le conté todo lo que había ocurrido. No he sabido mas nada de él… con toda la razón del mundo.

19 de junio de 2010

¿El verdadero amor lo supera todo?


Una amiga ha pasado algunos problemas con su novio, llevan tres años de casados, todo iba bien hasta el último año; no practicaban mucho el sexo, ella lo atribuía al comienzo al cansancio por el trabajo, a los múltiples problemas económicos que estaban pasando, y un continuo etcéteras de excusas para auto engañarse, luego además de lo referente al sexo sorprendentemente tenía muchas reuniones con amigos del trabajo a las cuales acudía muy perfumado y bien vestido, incluso hasta atrevió a comprarse ropa para acudir a una de esas reuniones, mi amiga le dijo para acompañarle pero… surgió la típica frase cuando un hombre no quiere que estés con él; “cariño… es que solo vamos a estar hombres allí te vas a sentir incomoda, porque no llamas a tus amigas y sales con ellas esta noche así te diviertes…” a pesar de saber lo que quería decir esta frase mi amiga seguía intentando auto engañarse, así que nos llamo para salir.
Así fueron pasando días y semanas, la cosa no iba mejorando sino mas bien empeorando, el se apunto al gimnasio estaba cuidándose más… comenzaron las discusiones absurdas, por boberías, se molestaba por cualquier cosa que ella dijera o hiciera, cualquier detalle le comenzaba a molestar, incluso llevaban semanas sin dormir en la misma cama. Todo esto hasta que un día paso… mi amiga decidió un día decirle que iba a irse de viaje, que quería tener un par de días para ella, así podían separarse unos días y relajarse, compro unos supuestos billetes de avión, así me pidió quedarse en mi casa, no tuve problema alguno pero me parecía aun así una idea macabra. Al los dos días le llamo a la casa para “saber cómo estaba”, el tardo un poco en contestarle, al cogérselo parecía estar muy ajetreado, ella simplemente le dijo que estaba bien y que ya en un par de días volvería, el le dijo que no se preocupara que se tomara el tiempo que necesitara pero que la extrañaba, al colgar cogió el coche y fue directo a su casa (que se encuentra a tan solo dos manzanas de la mía).
Al abrir la puerta ya podía imaginarse lo que ocurría, el ambiente estaba cargado, habían varios vasos encima de la mesa (para ser concreta dos), el salió deprisa de la habitación al escuchar el ruido de la puerta (desnudo) la miro con cara de asombro, pero mi amiga fue directo al cuarto, esperando lo que ya sabía que se encontraría, lo que hacía ya muchos meses creía y lamentaba que estaba ocurriendo… una de las compañeras de trabajo estaba desnuda en su propia cama, el muy cerdo había engañado sido capaz de engañar a mi amiga en su propia cama, donde llevaban ya tres años amándose… mi amiga no dijo nada, volvió a mi casa y rompió a llorar… bebimos toda la noche, nos emborrachamos e intente que pasara el mal rato, se quedo en mi casa un par de meses así me ayudaba con el alquiler y me hacia compañía… a los dos meses el volvió a llamarla, ella decidió cogérselo, aun estaba dolida pero decidió aceptar la propuesta de quedar y así tres, cuatro, cinco y varias veces más, cuatro meses después volvía a mudarse a la casa donde la habían engañado y roto el corazón, volvía a decir que era el hombre de su vida y que había cambiado totalmente….
Tan solo me pregunto, ¿cuánto podrá durar esta relación? Mi amiga ¿será capaz de olvidar todo lo que paso? Y si es así ¿es justo que olvidemos un engaño tan solo por querer a una persona? … ¿Romperán nuevamente con el tiempo o mi amiga es una muestra de que el verdadero amor lo supera todo?

16 de junio de 2010

DEPENDENCIA

¿Son más dependientes los hombres o las mujeres?

El otro día surgió esta conversación, y con ella esta pregunta. Normalmente las mujeres somos mucho más dependientes a los sentimientos, creemos que tenemos que mantener aquello que sentimos, son muchas las mujeres que por el hecho de no romper una relación de años, son incapaces de dejar a su pareja, por muy desgraciadas que se sientan, el hecho de volver al mercado de la soltería les vuelve locas, la soledad es el único sentimiento del que las mujeres solemos huir. Pero ¿somos tan dependientes como parece? Al pasar todos estos siglos, ¿no hemos tenido ninguna evolución?, porque actualmente somos más abiertas sexualmente tenemos menos ataduras, incluso creo que las mujeres de hoy día (y me incluyo entre ellas) les damos más importancia al sexo y menos a los sentimientos, por lo tanto creo que en ese sentido evolucionamos. También es verdad que no darle más importancia al sexo no quiere decir que cada vez que tenemos una relación sexual no unamos nuestros sentimientos, por muy corta que sea (incluso de una noche) creo que todo lo terminamos uniendo a lo que sentimos, ¿nos hace esto dependientes? El hecho de no querer quedarnos solas de ser solteronas ¿nos vuelve tan locas que nos conformamos con lo primero que nos pase por delante?

Sabemos también que muchos hombres (incluso en el siglo que nos encontramos) son incapaces de ser independientes en cuanto a mantener una casa e incluso mantenerse ellos mismos, aun existen hombres hoy en día con muy pocas o ninguna capacidad culinaria o en la labor del hogar, aun son muchas las mujeres que mantienen su hogar; recogen, limpian, hacen la comida, cuidan a los niños e incluso a todo esto le tenemos que añadir la labor del trabajo, somos muchas las mujeres que además de tener que ser amas de casa tenemos que acudir a nuestros trabajos, mientras los hombres únicamente hacen esta última tarea, y nada más llegar a casa “están cansados…” mientras nosotras le tenemos preparada la cena caliente y ya servida en un plato. Por esto ¿hay hombres que nos se separan de sus mujeres por el simple hecho de no tener que hacer nada? ¿También los hombres pueden no romper su relación tan solo por ya tener formada una familia? Creo que no, creo que los hombres son mucho más desligados en este sentido, los sentimientos para ellos son mucho más fácil de dejar de lado, para la muestra están la cantidad de mujeres solteras y con hijos, las cuales fueron abandonadas por sus maridos después de una larga y duradera relación.

Al final de todo, ¿es el ser humano en si dependiente? Por un hecho o por otro el miedo es algo que nos hace dependientes, y siendo mayor o menor el grado de miedo, seremos más o menos dependientes.