7 de julio de 2010

Experiencia



Tener o no tener experiencia he ahí el dilema…. ¿Cuándo podemos considerarnos con suficiente experiencia sexual? ¿Existe el límite de experiencia? Creo que en lo que considera al sexo nunca “mucho” es suficiente, siempre va a surgir algo nuevo, algo que te sobre pase, algo que jamás te habías planteado en hacer o practicar, algo que terminas por probar y te acaba gustando o no gustando. Hace algunos años para mí era impensable comer hígado era algo que me resultaba repugnante, a la vista y al olfato era una comida que jamás pensaba en probar (suelo comer prácticamente de todo), pero resulta que un buen día en una comida en la que había sido invitada, el plato principal que me sirvieron era hígado, por no hacer ascos a quien me invito y no quedar mal, termine probándolo, resulto que al entrar en mi paladar ese sabor nuevo, era extraño pero exquisito, me encanto saborearlo, el primer bocado fue algo diferente para mí; también me ocurrió con la mortadela, de pequeña una vez me comí un bocadillo de mortadela y resulto caerme mal, estuve vomitando todo ese día y jamás volví a comer mortadela hasta cumplido los diecinueve, que también por no hacer ascos en casa de un novio me prepararon un bocadillo de mortadela, y termine comiéndomelo, desde ese día volví a poder comérmela sin hacer ascos. Si nuestros gustos culinarios pueden variar, ¿nuestros gustos sexuales también? ¿Si hoy me excitaba que me besaran en un sitio mañana puedo terminar por aborrecerlo? Creo que sí, me he podido dar cuenta que mis gustos culinarios y sexuales han cambiado durante el tiempo, no de forma radical obviamente sino en pequeños detalles, o también en experiencias nuevas, pero creo que esto es lo que hace imposible llegar a un límite de experiencia sexual, por esto nunca tenemos la suficiente experiencia, ya que si nuestros gustos cambian los de los demás también pueden variar, ¿Alguna vez conoces del todo a una persona? Nunca os ha dado la impresión de que hacen algo, y luego de hacerlo piensan “no me reconozco, ¿Esta soy yo?” Si nosotros mismos no nos conocemos a fondo, es imposible que los demás si nos conozcan, todo el mundo te acaba dando sorpresas incluso aquel amigo o amiga que creías tan monótono, aquel que siempre actuaba de la misma manera, resulta que un buen día cambia totalmente, ya no es el mismo. Cuántas sorpresas nos depara la vida y cuantas sorpresas nos depara el sexo. Ya que toco el tema de la experiencia también me planteo las siguientes cuestiones si un hombre tiene mucha experiencia sexual genial, ahora ¿qué pasa cuando una mujer tiene mucha experiencia sexual? Lamentablemente y aun estando en el siglo en el que estamos esto no ha variado mucho en cuanto al pasado, incluso conozco hombres que si tienes mucha experiencia (sobre todo más que ellos) se terminan asustando. ¿Un hombre no puede disfrutar de la experiencia de una mujer y aprender de ella? ¿Nos tienen tanto miedo que si tenemos más experiencia terminan por huir y jamás llamar? ¿Tenemos que fingir ser menos que ellos para que se encuentren a gusto con nosotras y con ellos mismos?

2 de julio de 2010

¿Sexo o Amor?


Los anteriores post han sido un abre bocas ante lo que quiero ir narrando aquí, básicamente no quería entrar de lleno al tema del sexo, soy una mujer y me encanta como a todos los que puedan estar leyendo esto en estos momentos y los que no también.

Puedo decir que he tenido unas cuantas relaciones sexuales, tantas que no podría ponerme a contar y recordar todas una a una. El sexo para mí y para todos (en mi opinión es esencial para todos), sino se demuestra el hecho de que en toda reunión siempre acaba saliendo el sexo como tema, todos les damos demasiada importancia y es porque la tiene.

Hace un tiempo tuve una pareja la cual estaba relativamente obsesionado con el sexo, para él la base de la relación estaba en su pene, y mi vagina simplemente era quien complementaba esa relación. Tenía tanto sexo que acabe teniendo otras necesidades que creí que no tenia, como; querer ir a bailar, ver una película (completa) con mi pareja, tomarme una copa y hablar, disfrutar de la compañía o del silencio, pero esto era algo que no podía hacer con él.

Más de una vez lo intente pero siempre terminábamos en la cama, y yo era tan tonta que no caía, básicamente porque me gustaba tanto o igual que a él, pero no estaba tan cegada y sabia que una relación de pareja no era un 100% el sexo, sabía que existía otra parte un 15% que es lo anteriormente nombrado, el cariño también se tiene que tomar en cuenta. Me encanta el sexo y disfruto de él, pero soy una mujer y no quiero que un hombre solo me vea como la tia con la que se acuesta, o la que quiere que se la chupe después de comer o que simplemente la invite a su casa para tener sexo.

Obviamente termine cansándome de la situación y terminando con el (no antes de echar un polvo de despedida por supuesto…).

Luego de él y entre otras parejas con las que estuve, tuve una relación con un tío, la persona más amable comprensiva, me adoraba, me trataba como una reina, no solo mantenía el 15% de la relación a flote sino que además añadía un 5% más. Se excedía y a mí me encantaba. Luego en la cama era otro tema, tenia orgasmos con el sí pero algunos tenía que fingir (como todas hemos hecho en algún momento), luego era tan cariñoso en la cama que echaba de menos un sexo duro y apasionado (¿soy culpable por esto?)… un día fuimos a cenar y me encontré con esa anterior pareja que mencione. El simplemente se acerco y me saludo, yo me hice a la loca y le dije a mi pareja en ese momento que solo se trataba de un viejo amigo. A los dos días, tenía una llamada perdida de mi ex pareja, me decía que le había encantado verme, y que tenía un montón de ganas de tomar un trago conmigo (siempre que me decía eso se trataba de echar un polvo en algún baño de algún bar…), una parte de mi deseaba hablarle y otra estaba tan a gusto con mi pareja que me decía que no, lamentablemente esa parte era tan solo era un 80% incluyendo el sexo de la relación y los mimos… decidí quedar con él para hablar como dos amigos, pero cambie y en vez de una copa le dije de ir a cenar.

La cena iba genial, habíamos hablado como nunca antes, incluso me parecía más mono que antes, me despedí de el temiendo en gran parte llegar a estar en algún momento a solas con el (porque sabía que algo terminaría ocurriendo), le dije que cogería un taxi pero insistió demasiado en llevarme a casa, termine aceptando. Al llegar al coche me puse el cinto y el me miro unos cuantos segundos (llevaba un vestido de falda corto con un escote provocativo pero no muy grande, algo sencillo), me dijo “estas mas encantadora que antes… tienes un aire diferente” le conteste que obviamente era el escote y todo el tiempo que tenia sin verme lo que hacía que me viera así, pero que seguía siendo esa “mojigata” de antes (llego a llamarme así justo cuando le exprese como me sentía en la relación… y fue por lo que conseguí terminar con el)… simplemente sonrió y se me acerco mucho mas sentía su respiración, y me excitaba mucho, para terminar besándome, quitándome el cinto moviendo los asientos y montándome encima suyo a lo salvaje, todo paso al momento… tuve cinco orgasmos en 20 minutos…

Al día siguiente me sentía fatal, había hecho algo que jamás me perdonaría, me sentía la mujer más baja del mundo, tenía un hombre que me quería y me adoraba, pero nada era suficiente para mi… ¿Acaso las mujeres no nos conformamos con nada?

¿Se trata de Sexo o de amor? ¿Qué es lo que en realidad queremos?...

No lo sé, pero si se que tenía que ser sincera con él, esa misma mañana le llame para quedar, fui a su casa y le conté todo lo que había ocurrido. No he sabido mas nada de él… con toda la razón del mundo.