
Fin de año, una fecha en la que todos podemos llegar a perder los papeles, tratamos por todos nuestros medios de olvidar el pasado y visualizar un mejor presente, y la mejor manera de recibir ese nuevo futuro es cometiendo las locuras más grandes.
Hace un tiempo había pasado por unas cuantas relaciones con chicos, pero todos ellos dentro del propio círculo de amistades (como bien saben chicas esto complica bastante las situaciones, salir con tus amigos y con tus ex a la vez es algo complicado), estaba algo cansada de conocer a mis parejas del mismo modo, prácticamente todas conocidos cercanos y prácticamente amigos que un día u otro terminaban siendo algo más que amigos. Así que decidí comenzar una nueva faceta conocer chicos que estuvieran totalmente al margen de mi grupo de amistades. Así comencé a meterme en chats, tras varias conversaciones y verme avasallada por una multitud de mensajes cada vez que entraba en esos chats, y tras seleccionar a los que más creía que se acercaran a mi tipo. Solamente me quede con dos chicos en mi Messenger (obviamente ficticio), estuve hablando con ellos un par de semanas, ambos me caían bastante bien, a los tres días ya había entrado en suficiente confianza para mostrarles fotos y a las dos semanas ya estábamos poniendo la Cam hablando por micrófono. Ambos me gustaban eran muy simpáticos y tenían algo que me atraía. Estos querían conocerme en persona, eran de ciudades cercanas a donde yo vivía.
Pronto comenzaron las dudas, quería conocer a los dos, llego la mañana de un 30 de diciembre y estuve hablando con los dos, ambos me hacían reír y ambos me propusieron de pasar el fin de año con ellos (por separado, ninguno de los dos se conocía), a ambos le dije que tenía algunos planes así que tendría que ser para más adelante. Por la tarde había quedado a comer con unas amigas con las que más contacto tenia, en medio de la comida comenzamos a hablar de que podíamos hacer para celebrar el fin de año, pero todas ellas tenían ya algunos planes así que no quedamos en nada. Ya me encontraba algo desesperada ya que no quería quedarme sin plan alguno, llame a otra amiga y me dijo que iba a dar una fiesta de fin de año en una casa rural, me nombro alguna gente que iba a ir y me dijo que le cabían cinco personas más, de las personas que me nombro no conocía a nadie así que me dijo que si quería llevara a alguien que conociera para acompañarme. Luego en la tarde conectada nuevamente en mi casa estuve hablando con los dos chicos y ambos seguían insistiéndome de hacer algo, y me dijeron que no tenía planes, por un arrebato les dije a ambos que ya iba a ir a una fiesta de fin de año con un amigo, pero los dos seguían con sus insistencias por lo cual termine diciéndoles que podíamos ir juntos los tres, es decir, a ambos les dije q iba con un amigo mas.
Terminamos acudiendo a la fiesta juntos, uno de ellos vivía prácticamente en mi misma ciudad así que le dije que él me pasara recogiendo al día siguiente y con el otro chico quedamos en un punto intermedio.
El primer chico se llamaba Raúl y era muy guapo estaba bastante marcado, era moreno y de ojos color miel, medía un metro ochenta aproximadamente. El segundo se llamaba Simón y tenia ojos claros pelo moreno rapado y estaba también algo marcado pero mucho menos que Raúl. Para solucionar el entuerto de que ambos les conocí por internet, les dije a cada uno que no quería que mi amigo supiera que nos habíamos conocido por internet, así que me invente una manera en la que cada uno nos habíamos conocido a modo de excusa.
Finalmente llegamos a la fiesta, dejamos las cosas y solo quedaba una habitación disponible ya que lo de ir había sido a última hora le pagamos a mi amiga por la fiesta, y le dije que muchas gracias por aceptarme a última hora, al llegar a la habitación me di cuenta que se trataba de dos camas una matrimonial y una individual, le dije a mi amiga que ninguno de ellos era mi novio ni nada por el estilo que si podía ir a otra, pero no hubo forma ya que al llegar a última hora ya estaba prácticamente todo distribuido, al final deje de darle importancia eran solo dos noches la que pasaríamos allí. El ambiente con mis dos amigos internautas estaba bastante relajado, parecían congeniar bastante bien, y me sentía muy cómoda con su compañía. Había llegado la hora de comenzar a prepararme, el beneficio de la habitación es que era la única exceptuando la principal que tenia baño aparte, así que no tendríamos que compartirlo, comenzamos a prepararnos y parecíamos tres amigos que nos conociéramos de toda la vida sin ningún tapujo ambos comenzaron a cambiarse pude verles en calzoncillo y ninguno parecía nerviosos, yo de todas maneras si fui al cuarto de baño a cambiarme, nada más entrar pegue un grito de alegría el baño tenía una bañera y en ella al menos cabían tres personas, comenzamos a prepararnos y resultaba bastante cómodo estar con los dos, parecía que nos conociéramos de muchísimo tiempo.
Una vez preparados comenzamos a beber comer y disfrutar de la fiesta, prácticamente todo el tiempo estuvimos juntos bailando y riéndonos, justo en el momento de las campanadas Raúl se acerco y me dio un beso al cual respondí como acto reflejo, justo al terminar de besarnos Simón se acerco a nosotros diciendo entre las campanadas y el ruido:
-Yo también quiero uno
- ¿Un qué?
-Un beso
-Raúl bésalo- A lo que Raúl respondió con una carcajada mientras se metía una uva en la boca
-Venga un beso de nada para comenzar el año con buen pie- así que me acerque y le di un pico en la boca
-¡VENGA! Eso no es un beso- Me rodeo la cintura con sus brazos y me atrajo a él, me dio un beso que me erizo la piel y me excito un montón.
Al separarnos la cara de Raúl era inesperada, la noche continuo como si nada seguíamos bailando pero cada vez mas pegado, cada vez ellos se acercaban mas a mí y me acariciaban y nos rosábamos. Ya siendo como las 4 de la madrugada me dolían un montón los pies así que le dije a los chicos que iba a la habitación, trataron de disuadirme para que me quedara un poco mas pero no aguantaba los pies, los tacones eran más altos que los que solía usar habitualmente y habíamos comenzado la fiesta desde muy temprano.
Ya en la habitación me senté en la cama y me quite los tacones, sentía un gran alivio en mis pies, como si en ese preciso momento estuvieran volando, comencé a quitarme el vestido y en ese preciso momento entro Raúl a la habitación, pegue un brinco porque estaba ya casi en ropa interior y comenzamos a reírnos, caí en la cama porque no podía ni sostenerme en pie y él se cayó justo a mi lado también riendo, paramos de reír y al darme la vuelta quede justo en frente de él, nuestras miradas se cruzaron y volvió a besarme pero mucho más apasionado que antes, comencé a quitarme el vestido y el ayudarme, una vez despojada de él y en ropa interior le quite la camisa y el desabrocho, mientras besaba mi cuerpo y muy sutilmente, mi sujetador. De pronto la puerta se abrió y Simón entro se quedo unos minutos con los pies clavados al suelo y los ojos fijos en mis pechos, los tres nos quedamos sin palabras durante unos minutos, de pronto Raúl rompió el hielo, siguió besando mi cuerpo e intentarnos desnudarme, yo miraba fijamente a Simón y el continuaba con sus ojos fijos en mi en mi cuerpo en las manos de Raúl desnudándome.
Raúl continuaba con su labor y se la tomaba muy en serio termino de quitarme las medias y las bragas y estaba allí completamente desnuda, comenzó a tocar mi clítoris y comencé a jadear un poco, mi mirada continuaba fija en Simón, este reacciono y se sentó en la cama contigua a la de matrimonio, sin dejar de mirarnos comenzó a quitarse la ropa y quedarse en calzoncillos, de los cuales se podía notar lo excitado que estaba.
Mientras tanto Raúl subió besándome hasta el cuello y mientras yo le quitaba los pantalones y notaba también el tamaño de su excitación, ya ambos estábamos desnudos y jugábamos con nuestros cuerpos calientes mientras Simón nos miraba muy detalladamente, hasta que finalmente termino por unirse a nosotros.
La mañana siguiente me desperté antes que ellos, me duche me vestí y aun sin saber que pensar sobre lo que había ocurrido, conseguí que alguien me alcanzara cerca de mi casa, desde ese día no he vuelto a hablar con ninguno de los dos. Pero fue una noche excitante e interesante, una experiencia única, aunque creo que pensando luego fríamente no la hubiera cometido, y no lo volvería a realizar pero a pesar de ello no me arrepiento de haber hecho nada de lo que hice.
A veces nuestros deseos se vuelven realidad, nuestras fantasías llegan, y cuando ocurren no sabes bien como te sientan, a pesar de ir contra principios inculcados, y de aun pensar que es una locura, el sexo nos puede proporcionar tanto placer y hacer que olvidemos de todo. Al final las locuras resultan ser las cosas más divertidas que tiene la vida, y las experiencias nuevas te hacen disfrutar. Pero este es un secreto que espero que ustedes sepan guardarme bastante bien ;)
Besos,
CB Girl